martes, 24 de mayo de 2016

Jack Kerouac




Pobre Kerouac atontado por el alcohol


Pobre Kerouac atontado por el alcohol con su pulgar en el ojo
Interesándose  nuevamente en la literatura 
A pesar de que una partícula de polvo en este instante pasa volando

¿Cómo debería  saber que los muertos han nacido?
¿El Maestro llora?

Las flores acuáticas en las que se enredó Ofelia
y Chatterton midió en la luna
son las flores acuáticas de Goethe, Wang Wei,
      y de las Doradas Cortesanas

Imaginando recomendando dignidad
    para un hombre en el loquero
   _________ lluvia________

Duerme bien mi ángel
Cociná algunos huevos
La casa en el páramo
Es la casa en el páramo
La casa es un monumento
en el páramo de la tumba
_____  Sea lo que sea su significado____ 

¿La blanca paloma descendió enmascarada?


HOLA

martes, 17 de mayo de 2016

LOS ZAPATOS DE JANE - Charles Bukowski





Mis zapatos en el armario cual lirios
olvidados,
mis zapatos solos ahora mismo,
cual perros paseando por avenidas muertas,
y recibí una carta de una
mujer en un hospital,
amor, dice, amor,
pero no le respondo,
no me entiendo,
me envía fotografías de
sí misma
tomadas en el hospital
y la recuerdo otras
noches,
en que no estaba muriendo,
los zapatos con tacones como dagas
al lado de los míos
en el armario;
cómo nos mentían
aquellas noches intensas,
cómo aquellas noches se tornaron tranquilas
al final,
mis zapatos solos en el armario ahora
sobrevolados por abrigos e
incómodas camisas,
y miró la ranura que
deja la puerta
y las paredes, y no
le
respondo.

sábado, 14 de mayo de 2016

Erasure (spanish)

Giovanni Papini



No comprendo a los astrónomos. ¿Cómo ninguno de ellos se vuelve loco o se suicida? Imagino que son hombres sin fantasías y sin dignidad, incapaces de sentir el insulto permanente de las constelaciones refugiadas en el fondo de los desiertos del espacio. Midiendo y calculando se ilusionan tal vez, pensando que dominan el cielo o al menos que son admitidos como huéspedes.

lunes, 9 de mayo de 2016

markolino dimond



Mark Alexander Dimond, Markolino como lo bautizaron sus colegas de la época, nació en 1950. Era Norteamericano y vivía en el Lower East Side al Sur Este de la Gran Manzana con su madre y su hermana mayor.
Su Madre era trabajadora Social del New York City Welfare Department, y su hermana estudiante universitaria. Markolino siempre hablaba de su padre. Decía que era un negro cubano de apellido Dimond, pero ninguno de sus compañeros y amigos de la época lo conoció.
Mark estudió algo de música siendo un niño, pero principalmente era autodidacta. Podía leer música y escribir partituras. Sólo le tomaba escuchar un tema, o tocar el papel una vez y se lo aprendía para siempre. Pero desde adolescente le gustaban las drogas, principalmente la heroína. Cuando se trataba de drogas, Markolino no podía controlarse. Esto lo cuenta Andy Harlow, uno de sus amigos desde que comenzaron a tocar juntos en el Sexteto de este en 1966, gracias a la gestión de un vecino y amigo de Markolino, Ismael Miranda.

Para la época de su primera grabación importante, el disco “The Hustler” con la Orquesta de Colón en 1968, ya Markolino era un pianista genial, y lo deja evidenciado en el tema que le da el nombre al disco (donde hace alarde de la independencia de sus manos) y en “Guajirón”, una guajira donde Markolno construye un montuno a contracorriente con el bajo y además hace un solo, aún hoy clásico entre los pianistas de Salsa. Pero además de ser un gran pianista, también es un adicto. Y toda la carga que eso implica viajaba con él: Irresponsabilidad, impuntualidad y problemas con el manejo del dinero, entre otros.


Ismael Quintana

domingo, 8 de mayo de 2016

sábado, 7 de mayo de 2016

César Vallejo




Heces


Esta tarde llueve, como nunca; y no
tengo ganas de vivir, corazón.


Esta tarde es dulce.  Por qué no ha de ser?
Viste de gracia y pena; viste de mujer.


Esta tarde en Lima llueve. Y yo recuerdo
las cavernas crueles de mi ingratitud;
mi bloque de hielo sobre su amapola,
más fuerte que su "No seas así!"


Mis violentas flores negras; y la bárbara
y enorme pedrada; y el trecho glacial.
Y pondrá el silencio de su dignidad
con óleos quemantes el punto final.


Por eso esta tarde, como nunca, voy
con este búho, con este corazón.


Y otras pasan; y viéndome tan triste,
toman un poquito de ti
en la abrupta arruga de mi hondo dolor.


Esta tarde llueve, llueve mucho. ¡Y no
tengo ganas de vivir, corazón!



jueves, 5 de mayo de 2016

Roberto Arlt

Siento un desprecio absoluto por el dinero. Para otro hombre, el dinero que usted me quitó por la violencia constituiría una desgracia irreparable; para mí...Ese dinero no existió nunca.