Murió Ernesto Sábato, un gran escritor y referente de la literatura argentina y latinoamericana, pero también un confeso hincha de Estudiantes de La Plata. El novelista y ensayista falleció en su casa de Santos Lugares, Buenos Aires, con casi un siglo de vida.
Sábato, autor de la trilogía de novelas El Túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961) y Abbadón el exterminador (1974) fue un escritor y un ser humano polémico, cruzado por sus propias contradicciones, presentes en algunos de sus personajes literarios.
El emblemático escritor jugó en las divisiones inferiores del Pincha. “No era un virtuoso, hay que aclararlo y aceptarlo, pero iba y volvía y no daba pelota por perdida”, había dicho tiempo atrás. Cuando dejó el deporte se dedicó a las matemáticas y la química, luego, ya en París, se dedicó a escribir.
Más sobre el maestro
Ernesto Sabato iba a ser homenajeado el domingo en la 37ª edición de la Feria del Libro que se realiza en el predio de La Rural, con motivo de cumplir 100 años el próximo 24 de junio.
Doctorado en Física, trabajó en el Laboratorio Curie, en París, y abandonó definitivamente la ciencia en 1945 para dedicarse exclusivamente a la literatura.
Sábato fue una figura central en la elaboración del informe sobre los desaparecidos durante la dictadura militar, trabajo encargado por el Gobierno de Raúl Alfonsín a la CONADEP.
Nació en la ciudad de Rojas, provincia de Buenos Aires, en 1911, se doctoró en física en la Universidad de la Plata e inició una prometedora carrera como investigador científico en París, donde fue becado para trabajar en el célebre Laboratorio Curie.
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