Viernes bajo los árboles
caminando por escandalosos olores
el corazón despicado
recostado a la malla viendo el partido
diciembre me dispara un volador.
Recostado a la malla con el oído
zumbando reventado
con esquirlas en los versos
junto al poste bajo la lámpara.
Viernes como un alambique
de recuerdos adulterados.
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