martes, 19 de julio de 2011

Tres poemas de Robert Creeley




CONOZCO A UN HOMBRE


Mientras le decía a mi
amigo, porque yo
estoy siempre hablando -John, le
dije, aunque no era su
nombre, la oscuridad nos rodea,
qué
podemos hacer contra
ello, o si no, debemos &
por qué no, comprar un condenado cochazo,
conduce, dijo, por amor
de Dios, cuidado, mira
a dónde vamos.



PALABRAS



Estáis siempre
conmigo,
no hay nunca
lugar
aparte. Pero si
en el lugar
retorcido
no puedo hablar,
no sólo temor
o indulgencia,
sino una lengua
que pudre con lo que

prueba -Hay
una memoria
del agua, de
la comida, cuando se tiene hambre.

Algún día
no será
éste, entonces
decir
palabras como
clara, perfectamente
tamizada ceniza,
como polvo,

desde ninguna parte.



UN CUADRO


Una casa
pequeña con
ventanas
pequeñas,

el dulce
descenso del
terreno hacia
el escaso

arroyo. Los árboles
verdes y cercanos
a la vez, una alta
sensación de recogimiento.

Hay un cielo
azul
y un sol apagándose
entre nubes.

No hay comentarios: