sábado, 31 de enero de 2015

Faustino Oramas (El Guayabero)

miércoles, 28 de enero de 2015

Fredy Chicangana





ESPÍRITU DE PÁJARO

                                
Estos son cantos a la madre tierra en tono mayor
son  susurros que vienen de  bosques lejanos
aquellas palabras esquivas que buscan ser gota en el corazón humano
Son tonos suaves como si dijéramos:
“Vamos en  silencio por los caminos húmedos de la vida
la hierba de la esperanza nos saluda entre  la noche y sus sombras
nuestras huellas se abrazan a la tierra y el granizo canta 
entre las hojas del árbol 
somos el fuego de estrellas que se desprenden de la bóveda azul 
anunciando el nuevo tiempo
aquí estamos tejiendo el círculo de la mariposa amarilla
sembrando agua en los lugares desiertos 
en fin somos espíritu de  pájaro en pozos del ensueño”


sábado, 24 de enero de 2015

¡Hágase la luz! - Óscar Jairo González Hernández




La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, declaró el 2015 como el Año Internacional de la luz. 



Óscar Jairo González Hernández

Profesor Facultad de Comunicación

Comunicación y Lenguajes Audiovisuales

Universidad de Medellín


Serán 365 días para reflexionar sobre cómo la luz incide en nuestra vida y obra, por lo cual varios dramaturgos, ensayistas, fotógrafos, poetas y escritores contemporáneos compartieron ¿qué es para ellos la luz?, ¿cómo se dio su relación inicial ante ella?, ¿cómo se desarrolló, evolucionó o no interviniendo su ser y hacer estético?.



Además, los entrevistados expresaron ¿con la obra de qué  poetas, escritores, pintores, escultores o demás creadores descubrieron y pudieron transmitir a sí mismos su relación con el tema de la luz? y ¿si consideran o no  que la relación con la luz se mantiene y sostiene intacta o indeleble en su hacer estético?

Walther Espinal (Poeta)

“La luz es el comienzo o el fin de las cosas. Es el complemento de la oscuridad. Cuando era niño tuve un tiempo en que no era capaz de dormir sin luz, de las cortinas emergían nubarrones a punto de estallar; ahora, después de una treintena de años, una mínima chispa de luz abre mis ojos nerviosos. Mi primer encuentro con la luz se remonta a mi época de escolar, a aquellos instantes reveladores de los libros. Cuando leo a José Manuel Arango descubro mucha luz en sus versos. Y esta luz tiene el carácter de acompañamiento, vigilia, esperanza y fragilidad”.

“Mi idea inicial de la luz fue evolucionando con el estudio de la Filosofía, especialmente con la lectura de los textos de Platón. Es muy conocido aquel pasaje de La República donde se recrea el mito de la caverna. De un modo persuasivo Platón nos empuja a abandonar cualquier pasividad de pensamiento y a través de alegorías pinta el horizonte como un mundo luminoso”.

“Siempre la luz la he relacionado con la llama. Y en la llama he visto reflejada a la poesía. Un poeta ecuatoriano, David Ledesma, hace arder hilos de luz en su poema Teoría de la llama: ‘Me transfiguro/ en una entera llama de Poesía/ que arde/ crepita/ y ruge/ desde adentro’”.

Doris Benítez Gallego (Fotógrafa y docente)

“Para mí, la luz es revelación. Lo es todo, es alquimia, descubrimiento y sorpresa… es el esplendor que devela lo verdadero. Sin ella nada existiría”.

“Es la esencia de la fotografía y -podría decir- de todo cuanto existe, gracias a ella el mundo ‘material’ deviene visible. Así mismo, es metáfora ‘espiritual’. En realidad, para mí, está presente en todo”.

“Desde pequeña me maravillaba y me preguntaba sobre el porqué de muchos de los fenómenos que implicaban la acción y la naturaleza de la luz”.

“Llevo más de 20 años trabajando en diferentes instituciones educativas y universidades de la ciudad. Este acontecer ha generado profundos cambios en mi modo de ver y sentir la fotografía como también, todas lasreflexiones y disertaciones suscitadas a raíz de los aspectos que comprende y encierra la llamada postfotografía”.

Lucía Estrada (Poeta)

“La luz será siempre en mi vida una presencia inquietante. Ella permanece de pie frente a mí aunque sea noche cerrada. Es ella la que se desliza por los muros, por la superficie de las cosas hasta encontrarme. Nunca habla en voz alta por más que venga del sol. La verdadera luz entabla relación directa con nuestras visiones, con nuestra experiencia del mundo. La verdadera luz canta debajo de los párpados, es ella la que incita el deseo de fundar nuevas formas, nuevos colores, nuevas atmósferas”.

“Lo maravilloso de la memoria poética que tiene la luz es que te permite pasar de un estado a otro del espíritu con la fluidez del agua, manteniéndose siempre protegida de nuestros momentos llanos, sin gracia, es decir, a pesar de nosotros mismos. Es esa luz de la que no nos ocupamos pero que vive en nosotros y salta en nuestras palabras y en nuestros abismos, la que nos vincula con los rasgos originales de lo que realmente somos”.



William Gómez (Dramaturgo y actor)

“Luminosidad, el espacio de las sombras, el cerebro, la escritura. Asumo la idea de luz como el punto de fuga en la vida del esteta, el descubrimiento de la energía de la poesía”.

“En la escritura y la poesía y la pintura, tiendo la mano de mi gusto particularmente a Arthur Rimbaud, VincentVan Gogh, Felisberto Hernández y Macedonio Fernández. Sus ideas, reflexiones y acciones son una línea férrea a la hora de concebir ideas para mi mundo, para mi hacer”.

Jacobo Echeverri (Dramaturgo y novelista)

“Recuerdo  que cuando pequeño se iba la luz. Si nadie encendía una vela, yo la buscaba en los cajones. Tanteaba en la oscuridad con la incómoda sensación de que alguien podía tocarme por la espalda. La llama nos reunía a todos en la mesa o en la sala. Si sólo estábamos en casa mi mamá y yo, ella me contaba historias, me hablaba de su infancia”.

“Una fogata en medio de la nada me provoca estar en silencio, como si así se limpiaran los pensamientos. Un par de veces, caminando en medio de la noche por carreteras secundarias llenas de polvo y piedra llegué a divisar en el fondo las luces de autos que se acercaban. Todo se reducía en aquel momento a decidir si debía dejarme o no dejarme ver. En esa elección podía haber un giro en la historia, y temía descubrirlo”.

“Me gustaría llegar a escribir de la forma en que Edward Hopper pintaba, de tal manera que el lector pudiera encontrar, si se atrevía  a mirar dentro de los personajes, espacios iluminados como lo haría Goya”.

Juan Pascuales (Dramaturgo y actor)

“La luz es metáfora del intelecto. En mi niñez se manifestaba en dudas constantes ante las inconsistencias en las interpretaciones que las que muchos adultos daban a los mitos y a los sucesos. Recorrí muchos cultos; iluminados de toda calaña estuvieron cerca de apagar la frágil llama que heredé de Prometeo. Nietzsche derramó su combustible en mi alma a los 15 años; desde esa época empecé a distanciarme de ‘los seres de luz’”. 

“Con la llama me adentré en lugares oscuros del mundo y de la mente, durante siete años… eso tardé en cazar a los dioses de mis seres amados para arrancarles los ojos y adornar con ellos mi corona de Rey Tonto”.



Hugo Mujica (Poeta, ensayista)

“Nunca me relacioné con la luz -sería como relacionarse con el silencio, uno sólo se relaciona con las palabras, incluida “silencio”- me relacioné con lo que ella ilumina y en lo iluminado se esconde: deja ser, muestra sin mostrarse, la vemos -sin verla- en lo que se trasparenta y en lo mostrado de sí se olvida”.

“Sin duda con la del arquitecto Tadao Ando, que, en su concepción espacial -creo yo habiendo estado en algunos de sus edificios y en su Iglesia de la Luz- no parte del vacío, del espacio a dar forma, a rodear, sino de la luz, de cómo dejarla llegar, cómo abrirle lugar”.

“Una autocita: ‘Las sombras no dan a luz, pero también desde ellas nacemos, digo, nada es intacto o indeleble, todo es relación y mutuamente se crean. Me vuelvo a citar: Dios se oculta en las sombras de su propia luz’”.

Carlos Ciro (Traductor, poeta y ensayista)

“La luz es la primera ilusión de mundo y, tras la ustión del aire que inunda los pulmones del neonato, la segunda herida que ritma el latir del corazón. Es imposible no pensar en Lezama-Lima y su preciosa definición: ‘la luz es el primer animal visible de lo invisible’. La luz acompaña siempre, desde el nacimiento, pero la conciencia de su presencia sólo asiste cuando nos arropa la densa oscuridad. Es la oscuridad la que delata su existencia y traza sus rumbos”.

“En la escritura, cuando comienzo a sentirla como una voluntad de desaparición, de borradura y a entenderla como señal de una herida, como cicatriz -fisura y hendidura a un mismo tiempo- que en la epidermis del tiempo se instaura sabiendo que nada allí permanece; cuando la escritura cobra la forma de un hechizo que intenta apresar entre líneas de sombra la huidiza luz que rutila en el fondo de todo y es nada”.

Mauricio Naranjo (Poeta y ensayista)

“Gastón Bachelard, La llama de una vela.  Sólo en ese instante se revelan todos los misterios, sólo con la llama de una vela existe la luz verdadera, aquella que permite la ensoñación, la duermevela: el fuego de la pasión, la luz del conocimiento, el éxtasis fulgurante donde bailan los dioses que nos habitan”.

“Iluminado por fantasmas, transito por la creación.  La luz sí, pero aquella tenue que se insinúa como una mujer desnuda en la oscuridad de mi ser taciturno e iridiscente.  La luz, sí, pero aquella que habita en los ojos como una ilusión, como un acto de magia en el circo de los muertos y en la risa de una ciudad eléctrica que odia las estrellas”.


sábado, 17 de enero de 2015

Caminando Niquitao


El desfile de autos arroja humo

Poco espacio para el transeúnte
y en cada paso jirones de tiempo
un hilo verde que las arañas
                                            dejan

Como el bambú
                        sus habitantes
                                             se mecen
en el ojo parpadeante de las avenidas

Solitario camina el barrio tosiendo
lesionado su talón

Niquitao afilado en cada señal
a la velocidad del pájaro
                                     errabundo





lunes, 12 de enero de 2015

Horacio Quiroga




Escritor, maestro, cuentista, dramaturgo y poeta uruguayo considerado maestro del cuento latinoamericano y comparado con el escritor estadounidense Edgar Allan Poe.

Horacio Quiroga nace en el seno de una familia de clase media, de madre Pastora Fortaleza y padre Prudencio Quiroga, diplomático que falleció a los dos meses de su nacimiento al dispararse en forma accidental mientras cazaba. Cursó sus estudios en Montevideo, donde demostró enorme interés por la literatura, la química, la fotografía, la mecánica y las actividades físicas, llegando a fundar la Sociedad de Ciclismo de Salto y viajando por tal motivo en bicicleta desde Salto hasta Paysandú. En 1894 comenzó a colaborar con las publicaciones "La Revista" y "La Reforma" y tiempo después fundó en su ciudad natal la "Revista el Salto" (1897). En 1900, tras el suicidio de su padrastro, Horacio Quiroga viajó a Europa y se instaló en París (Francia), donde recopiló sus experiencias en "Diario de viaje a París". A su regreso fundó junto a Federico Ferrando, Alberto Brignole, Julio Jaureche y otros el "Consistorio del Gay Saber", un laboratorio literario experimental donde preconizarían los objetivos modernistas. 1901 fue un año funesto para Horacio Quiroga, ya que murieron dos de sus hermanos, Prudencio y Pastora, víctimas de la fiebre tifoidea y en un hecho accidental le disparó a su amigo Federico Ferrando, produciéndole la muerte y debiendo afrontar una reclusión hasta que se demostró su inocencia. En 1902 se traslada a Buenos Aires (Argentina), donde publica "Los arrecifes de coral" (1901), la novela breve "Los perseguidos" (1905), producto de un viaje con Leopoldo Lugones por la selva misionera, hasta la frontera con Brasil, y "El almohadón de plumas", publicado en la revista argentina Caras y Caretas. En 1909 se radica en la provincia de Misiones, donde se desempeña como juez de paz en San Ignacio y contrae matrimonio con Ana María Cires, fruto del cual nacen sus primeros hijos, Eglé y Darío. Tras el suicidio de su esposa en 1915, Horacio Quiroga se trasladó a Buenos Aires con sus hijos, trabajando como Secretario Contador en el Consulado General uruguayo y publicando con gran éxito "Cuentos de amor de locura y de muerte" (1917). Durante este periodo colaboró con numerosos medios, entre ellos las revistas "Fray Mocho", "La Novela Semanal" y el diario "La Nación". En 1927 Horacio Quiroga contrajo segundas nupcias con una joven amiga de su hija Eglé, María Elena Bravo, con quien tuvo una niña y dos años después publica la novela "Pasado amor", sin mucho éxito. En 1935 publicó su último libro de cuentos, "Más allá" y tras enterarse de que padecía de cáncer de próstata, se suicidó bebiendo un vaso de cianuro en el Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires.

domingo, 11 de enero de 2015

Jean Genet







Marcha fúnebre


Mi prisión bien amada en tu inestable sombra
Descubrió mi mirada por descuido un secreto.
Tuve sueños que el mundo ignoraba
Donde se ahoga el espanto.
Tus lóbregos pasillos son meandros del alma
Y su masa de sueño organiza en silencio
Un ingenio que tiene del verso el parecido
Y el exacto rigor.
Tu noche hace fluir de mi ojo y mi sien 
Una tinta tan densa que de ella hará surgir 
Estrellas floreadas como se ve de golpe 
La pluma que humedezco.
Avanzo en un líquido negro donde complots
Informes al principio lentamente se fijan.
¿Qué auxilio pediré? Mis gestos se fatigan 
y son bellos mis gritos.

Y palidecen de vergüenza al leer el poema
Que graba el muchachito de criminales gestos
Pero nunca sabrán los lazos primigenios 
De mi pasión sombría

lunes, 5 de enero de 2015

domingo, 4 de enero de 2015

Epicuro

Ni las victorias de los juegos olímpicos, ni las que se alcanzan en batallas, hacen al hombre feliz. Las únicas que le hacen dichoso son las que consigue sobre sí mismo, las tentaciones y pruebas son combates. Haz vencido una, dos, muchas veces; combate aún. Si llegas al fin a vencer, serás dichoso toda tu vida, como si hubieras vencido siempre.