lunes, 17 de febrero de 2014

Helí Ramírez












Uno es algo


Y no me diga que uno es nada en la vida. ¿Somos nada? Somos.

Yo soy.

Es imposible no ser algo. Uno es algo.

¿Que uno es nada si no se tiene un peso en el bolsillo
ni tarjeta en un cajero?

De acuerdo. Muy estúpido sería decirle que no. No tenemos un
peso, ni tarjeta para meter en la ranura de un cajero,
pero de ahí a que somos nada, mal me huele esa idea.

Y para que se muerdan las uñas: eso tiene solución en uno de esos
pensamientos que llaman malos bien parado en la mente
por una carretera sembrada en pinos de ilusiones.

Y no me diga que así lo quiso el destino.

A la una, a las dos, o a las cuatro de la tarde o del amanecer
uno es lo que quiera ser o sea
a no ser que de pereza nos quedemos sentados...

sentados a esperar que el billete
del cielo caiga por un hueco en el techo
a la sala del rancho.

Yo sí tengo muchas cosas que ser para hacer.

lunes, 10 de febrero de 2014

Atanasio Fet - Rusia




De noche...


De noche me gusta quedarme junto a la ventana.
La luna me mira desde lo alto. Penetrando a través
de los vidrios, con sus rayos dibuja cuadrados
en el piso y llena el cuarto de humo transparente.
Tras de la ventana, en el jardín, entre lilas y tilos,
apartando las copas oscuras, con su rayo incierto pasa

a través de las ramas y sus flechas doradas caen
como una lluvia clara. A veces una hoja solitaria impide
al rayo lunar derramarse en el suelo,
y cubierta de luz, tiembla, negra, en su sombra.
Y exclamo: ¡bendito, mil veces bendito
el que ya está iniciado, oh Diana, en tus misterios!