jueves, 24 de marzo de 2011

Luis Eduardo Rendón




MANDRÁGORA O RAÍZ DEL TIEMPO


En una sala oscura
ante una vela encendida
nos miramos en silencio

y sucede la transmutación
como en un cine
brotan semblantes de diversas épocas
que tienen el privilegio de reencontrarse

al alejarnos un metro nos situamos como hace un siglo
al alejarnos dos metros como hace dos
y cambia nuestro semblante
mientras más lejos más brujo

viajamos por aromas
la infancia semeja la Edad Media
los rincones la Prehistoria
helechos brotan de las siluetas
siglos de pasos y miradas
muy cerca entre nosotros olemos un embrión

el presente es un abrazo ante la llama
que al apagarse
nos arrojará al caos de no vernos

jueves, 10 de marzo de 2011

I Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín y su Área Metropolitana


C o n v o c a t o r i a


La Corporación de Arte y Poesía Prometeo, en la perspectiva del XXI Festival Internacional de Poesía de Medellín (1 al 9 de julio de 2011), informa que está abierta la convocatoria para participar en la primera versión del Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín, creado para posibilitar la convergencia de nuevas voces en el ámbito de la expresión poética actual.

BASES

1. Pueden participar los (o las) poetas de Medellín y su Área Metropolitana (o con residencia mínima de tres años en ésta ciudad) nacidos a partir de 1980.

2. No pueden participar los (o las) poetas que estén viviendo en otra ciudad o país.

3. Cada autor participa con un solo poemario, escrito en español.

4. Enviar tres copias, impresas en papel bond tamaño carta, debidamente legajadas, con veinte poemas, escritos en tipo de letra Times New Roman, tamaño 12 puntos, interlineado 1.5

5. La portada debe presentarse así:

I Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín y su Área Metropolitana
Titulo del poemario:
Autor: Seudónimo

6. Presentar, en hoja impresa, los siguientes datos, que deben estar en sobre sellado y firmado con el seudónimo del autor:

Titulo del poemario, seudónimo, nombre completo, dirección de residencia, teléfonos (fijo y celular) y dirección de correo electrónico.

En este mismo sobre adjuntar fotocopia de la cédula de ciudadanía.

7. Las tres copias del poemario, y el sobre sellado firmado con seudónimo, deben enviarse en un solo paquete dirigido a :

Corporación de Arte y Poesía Prometeo
I Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín y su Área Metropolitana
Cr. 50A # 60-22, Barrio Prado Centro, Medellín.

8. El jurado estará constituido por tres poetas de importante trayectoria en la creación poética.

9. El concurso no se declarará desierto.

10. El jurado seleccionará tres obras ganadoras.

11. Cada autor recibirá, como estímulo, dos millones de pesos ($ 2.000.000), la invitación a participar en varios recitales, con la lectura de sus poemas, en el XXI Festival Internacional de Poesía de Medellín (1 al 9 de julio de 2011) y sus poemas serán publicados tanto en las Memorias como en la selección antológica de jóvenes poetas de la ciudad resultante de esta convocatoria, que se publicará en mayo de 2011en Medellín.

12. Fecha y hora límites para recepción de las obras: 14 de abril de 2011 a las 4 p.m.

miércoles, 9 de marzo de 2011

lunes, 7 de marzo de 2011

JUEGO DE MANOS - Oscar Jairo González Hernández


Nada más extraordinario que la observación de las manos. Nadie se siente más necesitado de ellas que él que las posee. Nadie tiene manos invisibles e invivibles. Nada más necesario que poseer unas manos para hacerlo todo y dominarlo todo. Nada más extraño que el mundo de las manos y su sentido de resolución y poder, ya que con y mediante las manos tendemos a resolverlo todo. No hay sino que tener manos para desear una totalidad de adhesión. Con las manos podemos revelar todo aquello que nos es en un principio inalcanzable. Las manos nos tiemblan e inmediatamente se pone en evidencia la cantidad hechizada de nuestro extravío. La mano dice adiós y señala el vacío de la ausencia.

Como dice Canetti: "La mano alcanzó su perfección por otros caminos, por los caminos que ha renunciado a la violencia y a la presa. La verdadera grandeza de las manos está en su paciencia." O Gombrowicz: "… Esa maraña de manos espiritualizadas provocó en mí un milagro". Hay que observar las manos, tenderles un hilo entre la vida y la muerte. Cada mano transmite la sensación de su constante lucha y sacrificio, de su sensualidad y libido.

Las manos dicen lo que tienen que decir sin que sea necesaria una mayor eclosión de sensaciones y deseos. La mano dice de su deseo sin que deba recurrir a muchas demostraciones. Es una tensión lo que la hace mover y alcanzar lo que quiere. No tanto desde el orden de la prevención y de la prudencia, sino que ella toca y atrapa, es la provocación, su estética es la provocación. La mano se mira así misma en la otra mano y corrobora que no es imitación una de la otra y que no coinciden. Las manos entre sí, son contradictorias y son irresolubles en su contradicción, pero no se abandonan y separan. Hay quienes leen las manos y se turban ante ellas, hablan del destino por la turbación que tienen y no por el conocimiento que les proporcionan las manos. Y son entonces, quirománticos al revés.

Las manos hacen y construyen. En las manos hay una secreta relación con los dedos. Y hay quien te dice: "Que manos tan bellas las suyas" o aquel que insiste en seducir: "Qué manos tan fuertes tiene Usted"; sin saber de donde vienen tus manos y exilando la relevancia de los dedos. No hay manos sin dedos, dice el artista Wols: "dedos y no-dedos". Es ese Otro que habla de ellas el que las hace más visibles en su hermosura y en su dureza. Hay manos duras que nos hacen callar y manos delicadas que nos hacen hablar. Hablamos de la manos porque las miramos. Los dedos hacen su teatro de melancolía porque no pueden ser nunca la totalidad de la mano. E inventan una técnica del movimiento y comunidad hermética. Los dedos no dicen de la mano sino que hacen de ese vacío su totalidad, su absoluto. Y no lo dudéis: hay momentos de extrema tensión en que los dedos traicionan a la mano. Nada comienza libremente sino hay manos extremas que lo inciten. En las manos está la incitación, es la revelación de lo nuevo. Abren y cierran. Van y vuelven. Marchan y retornan.

Y unas manos en el Metro buscan la llave de la puerta de marfil de los sueños y con estrépito las abren. Es el único estrépito que no se escucha en el Metro, porque solamente una mirada está condenada a ver y sentir en el mismo momento en que esto ocurre, ese movimiento lento, dramático y sutil, que no escandaliza ni violenta. Ella no estaba abriendo un corazón sino que abría un pequeño bolso de bosque y lo hacia como si abriera la Cueva de Alí Baba, como si tuviera que pronunciar para abrirlo un santo y seña.

La mano y la llave se encuentran sin explicación entre tantas manos que no temen mostrar lo que son, que se exhiben sin pudor, sin miedo y sin temor. Y es el temblor de las manos lo que hace que no haya nunca una mano que sea la misma, como aquella historia de extravío de unas manos que constituyen la realidad totalizante en el relato de Nerval: "La mano encantada": No hay que venderle las manos al Diablo, se nos dice en este texto, aunque, decimos nosotros, él las mire.

Notas:
CANETTI, Elías. Masa y poder. Madrid. Alianza Editorial. 1995. Pág. 209.
GOMBROWICZ, Witold. Diario, 2 (1957-1961). Madrid. Alianza Editorial. 1989. Pág. 146.








domingo, 6 de marzo de 2011

Fragmentos de HENRY MILLER


“Hay conchas que ríen y conchas que hablan; hay conchas locas, histéricas, en forma de ocarinas y conchas lujuriantes, sismográficas, que registran la subida y la bajada de la savia; hay conchas caníbales que se abren de par en par como las mandíbulas de una ballena y te tragan vivo; hay también conchas masoquistas que se cierran como las ostras, con una perla o dos dentro; hay conchas ditirámbicas que se ponen a bailar en cuanto se acerca el pene y se empapan de éxtasis; hay conchas puercoespines que sueltan sus púas y agitan banderitas en Navidad; hay conchas telegráficas que practican el código Morse y dejan la mente llena de puntos y rayas; hay conchas políticas que están saturadas de ideología y que niegan hasta la menopausia; hay conchas vegetativas que no dan respuesta, a no ser que las extirpes de raíz; hay conchas adventistas que huelen como los adventistas del Séptimo Día y están llenos de abalorios, gusanos, conchas de almeja, excrementos de oveja y de vez en cuando migas de pan; hay conchas mamíferas que están forradas con piel de nutria e hibernan durante el largo invierno; hay conchas navegantes equipadas como yates, buenas para solitarios y epilépticos; hay conchas glaciales en los que puedes dejar caer estrellas fugaces sin causar el menor temblor; hay conchas diversas que se resisten a cualquier clasificación y descripción, con las que te tropiezas una vez en la vida y que te dejan mustio y marcado; hay conchas hechas de pura alegría que no tienen nombre ni antecedente y estas son las mejores de todas, pero ¿a dónde han ido a parar?”


“La mujer raras veces ríe, pero cuando lo hace es como un volcán. Cuando la mujer ríe, lo mejor que puede hacer el hombre es largarse al sótano refugio contra ciclones. Nada quedará en pie ante la carcajada vaginal, ni siquiera el hormigón armado. Cuando se le despierta la capacidad de reír, la mujer puede superar en risa a la hiena o al chacal o al gato montés. De vez en cuando se la oye en una reunión de linchadores. Significa que se ha quitado la tapa, que todo vale. Significa que va a salir de caza… y ten cuidado, no te vaya a cortar los cojones. Significa que, si se acerca la peste, ELLA llega primero, y con enormes correas te arrancarán la piel a tiras. Significa que se acostará no sólo con Tom, Dick y Harry, sino también con el Cólera, la Meningitis y la Lepra: significa que se tumbará en el altar como una yegua en celo y aceptará a todos los que se presenten incluido el Espíritu Santo. Significa que demolerá en una noche lo que el pobre hombre tardó, con su habilidad logarítmica, cinco mil, diez mil, veinte mil años en construir. Lo demolerá y se meará en ello, y nadie la detendrá, una vez que empiece a reír en serio.”



"En la tumba que es ahora mi memoria la veo a ella, a la que amé más que a nadie, más que al mundo, más que a Dios, más que a mis propias carne y sangre. La veo pudrirse en ella, en esa sanguinolenta herida de amor, tan próxima a mí que no podría distinguirla de la propia tumba. La veo luchar para liberarse, para limpiarse del dolor del amor, y sumergirse más con cada forcejeo en la herida, atascada, ahogada, retorciéndose en la sangre.

Veo la horrible expresión de sus ojos, la lastimosa agonía muda, la mirada del animal atrapado. La veo abrir las piernas para liberarse y cada orgasmo es un gemido de angustia. Oigo las paredes caer, derrumbarse sobre nosotros y la casa deshacerse en llamas. Oigo que nos llaman desde la calle, las órdenes de trabajar, las llamadas a las armas, pero estamos clavados al suelo y las ratas nos están devorando. La tumba y la matriz del amor nos sepultan, la noche nos llena las entrañas y las estrellas brillan sobre el negro lado sin fondo.

Pierdo el recuerdo de las palabras, incluso de su nombre que pronuncié como un monomaníaco. Olvidé qué aspecto tenía, qué sensación producía, cómo olía, mientras penetraba cada vez más profundamente en la noche de la caverna insondable. La seguía hasta el agujero más profundo de su ser, hasta el osario de su alma, hasta el aliento que todavía no había expirado de sus labios. Busqué incansablemente a aquella cuyo nombre no estaba escrito en ninguna parte, penetré hasta el altar mismo y no encontré… nada."



"En un tiempo pensé que ser humano era el objetivo más alto que podía tener un hombre, pero ahora veo que estaba destinado a destruirme. Hoy me siento orgulloso al decir que soy "inhumano" que no pertenezco a los hombres ni a los gobiernos, que no tengo nada que ver con credos ni principios. No tengo nada que ver con la maquinaria crujiente de la humanidad: ¡Pertenezco a la tierra!. Digo esto con la cabeza reclinada en la almohada y siento los cuernos que me brotan en las sienes. Veo a mi alrededor a todos esos antepasados míos bailando en torno a la cama, consolándome, incitándome, flagelándome con sus lenguas viperinas, sonriéndome y mirándome de reojo con sus siniestras calaveras. ¡SOY INHUMANO!. Lo digo con una sonrisa demente, alucinada y voy a seguir diciéndolo aunque lluevan cocodrilos. Tras mis palabras se encuentran todas esas calaveras siniestras que sonríen y miran de reojo, unas muertas y sonriendo hace mucho tiempo, otras sonriendo como si tuvieran trismo, otras sonriendo con la mueca de una sonrisa, el sabor anticipado y las consecuencias de lo que ocurre siempre. Más clara que nada veo mi propia calavera sonriente, veo el esqueleto bailando al viento, serpientes saliendo de la lengua podrida y las ampulosas páginas de éxtasis sucias de excrementos. E incorporo mi lodo, mi excremento, mi locura, mi éxtasis al gran circuito que circula a través de los subterráneos de la carne. Todo ese vómito espontáneo indeseable, de borracho, seguir manando sin cesar, a través de las mentes de los que han de venir, a la vasija inagotable que contiene la historia de la raza. Codo a codo con la raza humana corre otra raza de seres, los inhumanos, la raza de los artistas que estimulados por impulsos desconocidos, toman la masa inerte de la humanidad y mediante la fiebre y el fermento de que la imbuyen, convierten esa pasta húmeda en pan y el pan en vino y el vino en canción."