jueves, 10 de septiembre de 2015

Dante Alighieri



Y cuál cortado y cuál roto su miembro 
mostrase, vanamente imitaría 
de la novena bolsa el modo inmundo. 
Una cuba, que duela o fondo pierde, 
como a uno yo vi, no se vacía, 
de la barbilla abierto al bajo vientre; 
por las piernas las tripas le colgaban, 
vela la asadura, el triste saco 
que hace mierda de todo lo que engulle. 
Mientras que en verlo todo me ocupaba, 
me miró y con la mano se abrió el pecho 
diciendo: ¡Mira cómo me desgarro! 
y mira qué tan maltrecho está Mahoma! 
Delante de mí Alí llorando marcha, 
rota la cara del cuello al copete. 
Todos los otros que tú ves aquí, 
sembradores de escándalo y de cisma 
vivos fueron, y así son desgarrados. 
Hay detrás un demonio que nos abre, 
tan crudamente, al tajo de la espada, 
cada cual de esta fila sometiendo.





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