domingo, 20 de noviembre de 2016

HAN SHAN, POETA Y ERMITAÑO ZEN




La Montaña Fría es una casa, sin vigas ni paredes;
las seis puertas, a derecha e izquierda, están abiertas,
el vestíbulo es el cielo azul,
las habitaciones están desocupadas y vacías,
la pared del este choca con la del oeste
y en el centro no hay nada.
Nadie viene a pedirme que le preste nada.
Cuando hace frío, enciendo un pequeño fuego;
cuando tengo hambre, cuezo unas verduras.
Nada tengo que ver con el granjero,
con su granero y sus pastizales…
Se organiza una prisión para sí mismo
y una vez dentro de ella, no puede salir.
Piénsalo, pues puede sucederte a ti.


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