lunes, 11 de agosto de 2008

Tienda de antiguedades filosóficas 1


La rana que quiso superar al buey

El viejo buey, encerrado en la pradera, había pisado por casualidad a una de las pequeñas ranas, aplastándola bajo su pesado casco. Y los hermanos de la ranita corrieron despavoridos a la laguna, para contar a su madre la desgracia que había sucedido.
- Oh madre! El buey era grande! -dijeron-. Mas grande que cualquier otra cosa que hayas visto!
- Así de grande? –preguntó la rana a sus pequeñuelos... y tomó aliento, retuvo el aire un instante y luego se hinchó como un gran globo.
Los redondos ojos de sus hijos se dilataron de asombro, pero dijeron:
- Más grande! Más grande! El buey era mucho mayor!
- No sería más grande que esto! –dijo mamá rana, mientras se hinchaba por segunda vez.
- Mucho, mucho más grande! –exclamaron ellos a coro.
- Así de grande? –volvió a preguntar mamá rana... y se hinchó tanto que quedó amoratada por el esfuerzo.
- Sí, sí! Más grande todavía! –asintieron los pequeños.
La vieja y estúpida rana, agraviada por sus respuestas, descansó un instante. Luego, tomando aliento profundamente de nuevo, se hinchó tanto que se oyó una repentina explosión, y la rana estalló como un globo.
- Oh Dios mío! –dijeron las ranitas, consternadas-. Por qué habrá creído mamá que podría volverse del tamaño de un buey.


A veces el esfuerzo por tratar a los demás es necio y perjudicial.


Esopo. Fábulas


Poesía lírica y elegíaca primitivas


La culminación de esta poesía personal se aprecia en un hombre de carácter muy diferente. Arquíloco de Paros ha sido llamado por la posteridad “el escorpión”. Su personalidad violenta, apasionada y atrayente, todavía respira entre las reliquias de su obra. Pobre y desdichado, arrastra una vida de aventurero en Eubea, desgraciado en sus amores y en sus negocios, reñido con sus amigos de ayer, perseguido por sus enemigos. Su soberana inteligencia sólo la aprovechó en su arte; pero aquí fue un genio verdadero, cuya originalidad marcó de modo indeleble el lenguaje. Si no el inventor, al menos fue el modelador definitivo de aquellos metros yámbicos y trocaicos que el drama ático usará tantas veces. Autor de bellas elegías, amplió su marco habitual para dar cabida en ellas a cuantos temas le dictaba el capricho, desde la lanza que era su alimento y sustento, hasta el escudo que dejó perdido en la batalla contra los tracios.


C.M. Bowra. Historia de la literatura Griega



Capítulo IX

De lo que hemos dicho se desprende que la tarea del poeta es describir no lo que ha acontecido, sino lo que podría haber ocurrido, esto es, tanto lo que es posible como probable o necesario. La distinción entre el historiador y el poeta no consiste en que uno escriba en prosa y el otro en verso; se podrá trasladar al verso la obra de Herodoto, y ella seguirá siendo una clase de historia. La diferencia reside en que uno relata lo que ha sucedido, y el otro lo que podría haber acontecido. De aquí que la poesía sea más filosófica y de mayor dignidad que la historia, puesto que sus afirmaciones son más bien del tipo de las universales, mientras que las de la historia son particulares. Por proposiciones universales hay que entender la clase de afirmaciones y actos que cierto tipo de personas dirán o harán en una situación dada, y tal es el fin de la poesía, aunque ésta fija nombres propios a los 10 caracteres. Los hechos particulares son, digamos, lo que Alcibíades hizo o lo que le aconteció.


Aristóteles. Poética



Palabra mágica

“Lebracu Daguar Minosca”, mi verdadera vocación ha sido la hechicería, la alquimia, la metalurgia, es decir, transformar. Siempre me ha gustado que las cosas sean de otro modo, no sólo la poesía.
Quisiera convertirte, ahora mismo, en un bello unicornio. Así podríamos, tú y yo, conocer los unicornios.
Mis primeros juguetes fueron un alambique, una retorta, dos kilos de pólvora, una piedra de azufre, un mortero.
Fabriqué cohetes de lujo, aparatosos truenos, inquietos buscapiés, dulces bengalas. Practiqué la vivisección, las aleaciones, las fundiciones. Me valí de los conjuros, la cartomancia, el incidente.

“Mequepor Résque Carpi”, hice pacto con el diablo pero no me cumplió; no tiene seriedad. En la oscuridad del bosque, alta noche, la cocción de un gato negro, arrojado vivo al agua hirviente. Saco un hueso, pregunto si es ése.
- “Noooooo!, me responde bronca voz, en la cima del bosque.
Saco otro hueso, con mano temblorosa.
- “Nooooo!, me responde de nuevo la voz incognoscible.
Cuando por fin apaño el hueso en el que está inscrita mi suerte, el bosque entero se desploma en una catástrofe de gritos y maldiciones y salgo más que corriendo, empujado por el huracán.

Al fondo de la casa, en la linde del monte, oigo que alguien viene por los techos, arrastrando un viento frío. Se quiebran las tejas.
-“Caigo?”, me preguntan. - “Caiga, pero no en mi cazuela!” le respondo con voz imperturbable.
Avanza por encima del zaguán, cruza la mediagua del salón, traspasa el caballete -“Caigo?”.
Me preguntan de nuevo, cada vez más cerca. -“Caiga, pero no en mi cazuela!”, respondo imperturbable.
Cruza sobre las alcobas, el comedor, la cocina. -“Ya estoy llegando! Caigo?”.
- “Caiga, pero no en mi cazuela!”.

“Biendosa Lasosque Tracon”, la cosa se está poniendo buena. Manitos de azabache contra el mal de ojo; el nido del pájaro macuá, para la suerte del amor.
Si el caballero o la señora desean un amante, sigan por esta puerta, espérenme allá, tengo el conjuro, tengo el ungüento, tengo el bebedizo, el talismán y la oración.
Un tratamiento con base en la hiel de la salamandra y el corazón de la golondrina es infalible para atraer ese hombre arisco que la hace sufrir.
Tenga paciencia mi señora, confíe en mí, ese hombre vendrá de rodillas a sus pies.
Deme su nombre, deme su escarcela, supongo que me trae un regalo. Es usted muy amable, yo no trabajo por interés, sino por la felicidad del prójimo.
Le devuelvo su escarcela, cuente conmigo, ese hombre la está pensando, mañana será suyo; que pase la siguiente, bienvenida señora, en qué puedo servirla?

“Lade Lebracu Ralco”, le tengo la contra para que su princeso no se enamore de otra. Dos gotitas en la cocacola, no se preocupe, no se notan.
Y este polvillo para el café. Es un encantamiento; su princeso la seguirá dócil como un perrito. Cuando se canse de él, no lo dude, venga, hágame otra visita, yo tengo la cura para todas las situaciones.
Mientras usted se conserve bella (y rica) la magia funciona, esté segura. En estos tiempos hay tantos hombres decididos a dejarse atrapar!

Profesor Jaramillo, de lunes a viernes, de 9 a 12 y de 3 a 6. Sábados y domingos no me pregunte qué hago.
Problemas en el amor, problemas de salud, problemas de dinero, problemas de trabajo, la poesía le resuelve todo, la poesía hace milagros.
Pero sólo la mía, fíjese bien, no se deje engañar de la competencia!


Jaime Jaramillo Escobar. Antología de poesía colombiana para jóvenes


Draco

El dragón es la serpiente más grande que existe, y por lo tanto, el mayor animal de la tierra. Su nombre en latín es “draco”, derivado del término griego “drakon”. Cuando el dragón sale de su cueva perturba el aire, posee una cresta, una boca pequeña, y sus fauces son estrechas. Su fuerza reside en la cola y no en sus dientes, ya que las heridas que ocasiona con sus latigazos son más graves que las provocadas por su mordedura. La muerte que ocasiona el dragón se produce por sofocamiento y estrangulación.

Isidoro de Sevilla. Etymologiarum











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