miércoles, 7 de octubre de 2009

Poética - Aristóteles


ORÍGENES DE LA POESÍA

En total, dos parecen haber sido las causas especiales del origen de la Poesía, y ambas naturales: 1. ya desde niños es connatural a los hom­bres el reproducir imitativamente: y en esto se diferencia de los demás animales: en que es más imitador el hombre que todos ellos, y hace sus primeros pasos en el aprendizaje mediante imitación; 2. en que todos se com­placen en las reproducciones imitativas. E indicios de esto hallamos en la práctica; cosas hay que, vistas, nos desagradan, pero nos agrada contemplar sus representaciones y tanto más cuando más exactas sean. Por ejemplo: las formas de las más despreciables fieras y las de muertos.

Y la causa de esto es que no solamente a los filósofos les resulta superlativamente agradable aprender, sino igualmente a todos los demás hombres, aunque participen éstos de tal placer por breve tiempo. Y por esto precisamente se complacen en la contemplación de semejanzas, porque, mediante tal contemplación, les sobreviene el aprender y razonar sobre qué es cada cosa, por ejemplo: "éste es aquél", porque, si no lo hemos visto anteriormente, la imitación no producirá. En cuanto tal, placer, mas lo pro­ducirá en cuanto trabajo o por el color o por otra causa de este estilo.

Siéndonos, pues, naturales el imitar, la armonía y el ritmo porque es claro que los metros son partes del rit­mo, partiendo de tal principio innato, y, sobre todo, desarrollándolo por sus naturales pasos, los hombres dieron a luz, en improvisaciones, la Poesía.

POETAS Y RETRATISTAS

Por otra parte, dado que la tragedia es reproducción imitativa de varones mejores que nosotros, menester será que imitemos a los buenos retra­tistas, quienes, al darnos la peculiar figura del original, la hacen semejante y la pintan más bella. De parecida manera, pues, al reproducir por imitación el poeta a violentos, cobardes y otros de caracteres parecidos, ha de hacer­los, sin que dejen de ser tales, notables; por ejemplo, el Aquiles de Agatón y de Homero.

Es preciso, pues, observar todo esto y además de ello es otra llamada a los sentidos que por necesidad acompañan al arte del poeta, que también en esta parte acon­tece faltar con frecuencia. Pero de esto hablé ya en otras publicaciones mías.

LA FRASE

Frase es sonido significativo compues­to, de cuyas partes algunas significan algo de por sí solas —ahora que no toda frase se compone de verbos y nom­bres, como la definición de hombre, sino pueden darse frases sin verbos, pero siempre una de sus partes al menos debe poseer significado propio—; por ejemplo: en "Cleón anda", Cleón. La unidad de la frase puede ser de dos maneras: o porque significa una sola cosa o porque mu­chas con un vínculo. Y así la Ilíada es una por la unidad de vínculo, mientras que la definición de hombre lo es porque significa una sola cosa.

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