Después de todo estoy solo, herido de Dios y sus extraños bichos. Es en otro lado del cuerpo donde el suplicio trata de calmarse con un par de aspirinas.
Después de quemar la hierba sola voy a la cocina Ajo y tomate.
El poema bandera de Gajaka. Me gusta mucho la foto y sobre todo ese humor tan esquisito y espiritual. Yo me dejaría hacer de Gajaka cualquier cosa con su látigo de criticas.
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El poema bandera de Gajaka. Me gusta mucho la foto y sobre todo ese humor tan esquisito y espiritual. Yo me dejaría hacer de Gajaka cualquier cosa con su látigo de criticas.
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