domingo, 9 de agosto de 2009

Cuatro poemas de Li He



En Chengdu, para Jo Ta


El zumbar de los insectos hace delgada la luz de la vela.
La noche exhala humores de medicinas y está fría.
Bien sé que te dueles de aquel que camina
con sus alas quebradas,
Pero incluso, en esta amargura, me acompañas.


Respuesta de Jo Ta


Con la imponente nariz
digna de la ordinariez de tus vestidos
y el follaje de tus cejas hiriendo en íntimos suspiros,
si no cantaras, señor, esas tus baladas,
¿cómo sabríamos de la honda melancolía del otoño?



La tumba de Xiao Xue


Cuando enfermé, aquel otoño,
Xiao Xue, mi rubia perrita
venida del oriente
llegó hasta aquí conmigo,
cruzando mares y valles,
campos de caña y maíz.
Los que cuidaron de mí
inculpándote
de las llagas de mis pies,
de la holgura del vientre.
resolvieron darte muerte
pero no sepultura.
Nunca encontré tu cuerpo
pequeña Xue.
En parte alguna supe dónde
te arrojó la crueldad humana.
Si no hubo tierra para ti,
que haya, en estos versos
un término para tu descanso
y yo pueda,
al recordar tu existencia
la compañía que me diste
en las hondas soledades del Rio de la Maldad,
donde está el sepulcro de aquel,
que también tanto te quiso.
¡Oh, tú, Xiao Xue¡
Bella y rubia
como el alba.



¿A qué se parecerá la tristeza?


Una muchacha con una jarra de vino.
El rostro del otoño cubriendo la tierra,
un caballo de piedra recostado en la bruma.
¿A que se parecerá la tristeza?
El viento entre los árboles
ahoga el sonido de su canto,
la extensa cola de su vestido oprime el suelo,
sus ojos, llenos de lágrimas, miran las flores del mal.



1 comentario:

cogollo dijo...

walter men me podes mandar los trabajos i si acaso los encuadres al correo mio porfa.. men los trabajos de la proxima semana porfa men.. elcogocarlos207@hotmail.com
att:cogollo