martes, 4 de agosto de 2009

Eugenia Sánchez Nieto (YUYIN). POEMAS




PAISAJES SECRETOS


En el espejo se miró mil veces y fue bella
tres viudeces sombrearon su camino
en lustrosos recintos fue el centro de atención
sus hijas observan desde la primera fila.

El tiempo fue un soplo
el frío quebranta mis pulmones
mil veces fui bella, el espejo ya no es el mismo
un ser invisible traza un camino que no deseo
no logro detenerme
lámparas iluminadas, noches suntuosas
en el hotel todos somos extranjeros.

En el espejo se miro mil veces y fue bella
tres rostros visitaron su lecho
desde el fondo de la noche hay labios, amor y sonrisas
sus hijos tiemblan en su sueño, tienden puentes movedizos.

Temo mirar el espejo, allí el ser invisible
alguien oculto me empuja
crece el corazón, golpea a cada instante
en fatigosas noches rostros blancos me visitan
mis hijos tienden puentes movedizos
en mi dedo la alianza entre la soledad y la noche
no logro detenerme
extraños ángeles elevan mi cuerpo
alguien murmura al oído el adiós sobre mis ojos.



CIRCULO

Un cuerpo en el asfalto
dos pieles deseosas de tacto
en el bar alguien se acerca con un beso en la mano
una joven corre seguida por perros blancos
adolescentes siniestros esperan el gran momento
una navaja se adentra, un cuerpo en el asfalto
gritos en la noche
la danza del viento eleva cuerpos, prendas, mugre
cuánta multiplicidad de actos.

Dos pieles deseosas de tacto se adentran
espejos invisibles hieren un cuerpo
un hombre trasnochado recorre un largo corredor
amenazado abre puertas
ellos en el lecho no vieron el alba
cuánta multiplicidad de actos, un círculo, un círculo de miedo.

En el bar la sensual se entrega al ritmo
desde la oscuridad alguien observa
espera el justo momento de asirla a su piel
ojos, ojos, lamparones en la noche
el vino se derrama en los manteles
los ebrios se buscan y se adentran
cuánta multiplicidad de actos, un cuerpo en el asfalto.

Perros blancos ansían la carne más pura
vapores indeseables recorren un barrio sin luz
una joven corre seguida por perros blancos
adolescentes siniestros fuman
tranquilamente a la sombra del frío
un centinela desde su banco hace siluetas de humo
perros blancos desgarran la carne más pura
un cuerpo en el asfalto, un círculo, un círculo de miedo.



DOMINIOS DEL ESTRAGO


Un hombre desnudo camina bajo la lluvia
en el silencio de su casa escribe el último libro
en medio de la gente toca la guitarra
una voz sostenida desata el fervor
noches calientes, pieles húmedas
Segovia los muros sangran
en ese cuerpo, miles de cuerpos
sus ojos abiertos miran al cielo.

En el patio de la casa
una mujer enamorada lava la espalda del marido
espera el silencio para susurrar sus secretos
él en su hermosa desnudez quita los tacones blancos
palabras de múltiples colores y sonidos habitan su estancia
noches calientes, pieles húmedas
Segovia los muros sangran
en ese cuerpo miles de cuerpos
sus ojos abiertos miran al cielo.

La noche para la muerte
esta ciudad da miedo, el silencio injuria, da puñales
¡ay! descargas brutales, el suelo suda
una sombra se agiganta en el muro
Segovia los muros sangran
un hombre desnudo camina bajo la lluvia
sus ojos abiertos miran al cielo.


Para Julio Daniel Chaparro



TRAMPAS

Desde una ventana observo cómo se adentran
cómo se traspasan
él habla a su oído, ella infinitamente gozosa
con una expresión de extravío murmura:
ven, ven conmigo, lo oculto me jalona.

Desde una ventana observo cómo se entrecruzan
una oleada de calor y uno ha desaparecido
pero no..., allí siguen jadeantes... y son hermosos.

Desde mi ventana les envidio
ella sonríe y hace una seña
me mira como mirándose a un espejo
dudo en bajar
me siento invadiendo espacios que no son míos.

Recorro el lecho
me atraen como un imán y no hago nada por evitarlo
él dice dulcemente, ¿Cuándo nos dejarás libres?
ella besando mis ojos afirma
esta prisión también duele
no queremos estar más en tu memoria.


ESPACIO HABITADO

Alguien se mueve discreto en la noche
fuma largamente mientras el sonido de una armónica
penetra cuerpos y paredes
la vecindad de un ser desconocido que observa los cerros
espantaría en las noches cualquier alma sosegada.

Movimientos imprevistos sobresaltan mi descanso
el corazón a galope me arroja
una mujer torpe sale al pasillo
seres de la noche pueblan mi espacio
absoluta quietud, brillantes ojos persiguen la sombra
avanzo, avanzo
tropiezo con rojas manzanas que ruedan a mi paso.

Alguien en el fondo de la habitación
bajo la luz de la luna escribe:
Entrégate al hombre apostado en tu estancia
yo soy la noche tu eres la soledad
el deseo es un árbol donde la luz se ahoga
todo lo que poseemos está en este fuego.



CAÍDA EN EL SILENCIO



El viento borra huellas, levanta tejas
arrasa lugares
soledad sola sin violencia, sin voces
no se escucha ni el latido del corazón
figuras perdidas
si te quedas en la misma posición
el pensamiento no funciona, la sangre no circula.

Nadie detrás de la puerta
el ser invisible odia esa realidad
nadie encuentra su lugar
los hombres quieren ser mujeres las mujeres
quieren ser hombres
lugar vacío, lugar perdido, resbala la mentira
los cerros se trasladan
fosas comunes bordeadas de múltiples cuerpos
la paz sobre la muerte

No hay una puerta, el corredor atravesado
la dicha robada
los rostros al acecho, el rostro partido
la luz que se fuga, la vida que se inicia
silencio sobre la herida
¿Quien lamentará la perdida?

Soledad absoluta que me hiere
ni espantos ni voces, una puerta gira sobre sí misma
una puerta se abre, nadie llega
arrojada al vacío
puertas cerradas, puertas abiertas a la nada
el horizonte infinito poblado de seres vistos a través de
múltiples espejos
que toman rumbos diversos y propios
espacios verdes, amarillos, azules
bocas rojas, bocas negras

Múltiples rostros sonrientes
nadie quiere a nadie
simulación, impostura
en el rostro, en la risa, en el cuerpo, en la palabra
casa vacía de voces, de soledad y deseo
el viento borra huellas, levanta tejas, agrede corazones.


EUGENIA SÁNCHEZ NIETO (Yuyín)

(Bogotá, Colombia)
Título de Filosofa de la Universidad Nacional, de Bogotá, Especialización en Administración y Planeación del desarrollo regional Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia.
Fue actriz de planta del Teatro Experimental La MAMA de 1972 a 1979. Dirigió el Programa Página Impar de la Unión Nacional de Escritores, que se transmitió por la Radiodifusora Nacional de Colombia. Obtuvo el Segundo Premio en el Concurso Nacional de Poesía de Empleados Oficiales en 1979.
Primera mención en el Concurso Nacional de Poesía Awasca de la Universidad de Nariño en 1981. Premio Nacional de Poesía Hormiga Editores en 1984. Segundo Lugar en el Concurso Nacional de Poesía convocado por el XII Festival de la Juventud Internacional y la Fundación Papagayo de Cristal, 1985. Segundo Lugar en el Concurso Nacional de Poesía Luis Carlos López, 1989.
Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía convocado por el Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá, 1994. Beca de creación en la modalidad de poesía, Colcultura, 1995. Finalista en el Concurso Internacional de Poesía Nicolás Guillén, 2003 “Escritores Hispanoamericanos en el Mundo” (Editorial Bellvigraf – Argentina - Libro Digital )
Ha publicado los libros : Que Venga El tiempo Que Nos Prenda, Ulrika Editores, 1985, Con La Venia De Los Heliotropos, Ulrika Editores, 1990 y los cuadernos “Las Puertas De Lo Invisible”, Departamento de Publicaciones del centro Colombo Americano, 1993 y “Visibles Ademanes”, colección viernes de poesía, Universidad Nacional de Colombia, 2004.
Sus poemas han sido publicados en diversos periódicos y antologías nacionales e internacionales.











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