viernes, 23 de noviembre de 2012

Luis Rogelio Nogueras









Arte poética




Ahora sé

que el poema, antes de ser las líneas trazadas

con prisa,

es la conversación en el café,

la sonrisa azul de Blanca Luz,

la muerte de este hombre,

el apretón de manos o la vida entre dos.



Ahora sé

que trazar estas líneas

no es

sino la forma última de hacer la poesía,

el último acto del poema,

la función de trasplantar la vida a la hoja.



La poesía empieza en todas partes

y termina siempre en los papeles.




Labios sim beijos




Otra boca besa la boca que mi boca ya no besa

otras manos tocan las manos que mis manos

ya no tocan

otros ojos se miran en los ojos que ya no ven

mis ojos



boca que te fuiste

manos que se fueron

ojos que se fueron



mi mano escribe el poema

que mi boca no quiere repetir, no

que mis ojos no quieren leer, no

mi mano escribe el poema de tu boca

(que tampoco repetirá tu boca)

el poema de tus ojos

(que tampoco leerán tus ojos)

el poema de tus manos

(que tus manos no tocarán)



se fue la boca, sí

se fueron las manos, sí

se fueron los ojos, sí



sólo queda el poema

manco

ciego

mudo





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