jueves, 29 de julio de 2010

Poemas de Djuna Barnes




Ella pasó por aquí

Aquí donde los árboles aún tiemblan por tu huida
Estoy yo y trenzo finos látigos para castigarte.
¿Cómo podremos encontrarte, a ti que te has ido
Toda vestiditos, ceceando por la ciudad?

Grandes hombres a caballo te cazan, y fuertes jóvenes
Usan sus flechas en el leve aire.
Pero a mí me escucharán silbando a donde voy
Trenzando largos mechones de hierba y pelo
de semental.

Y en la noche cuando treinta halcones se eleven
En ritmo pendiente, y el borde del camino en ruidos;
Cuando ellos quemen campo y mata y seto,
Yo te robaré como a un penique entre la multitud.


Silencio antes del amor

Una voz se levantó en la oscuridad diciendo “Amor”,
Y en el establo los ratones dispersos se aquietaron,
Donde aún dormía el buey blanco, y en el umbral
El gallo cantor hacía una pausa, y la gris paloma
casera
Giraba dos veces sobre la elevada cornisa.


Canción de cuna

Cuando era niña dormía
con un perro,
Vivía sin problemas y
no pensaba en maldades;
Corría con los niños y jugaba a la pídola
Ahora es la cabeza de una joven la que reposa en mi
brazo.

Luego crecí un poco, recogía llantén en el patio;
Ahora vivo en Greenwich, y la gente no me visita;
Luego planté semillas de pimienta y
las aplasté con fuerza.
Ahora estoy muy callada y rara vez hago planes.

Entonces me pinchaba el dedo con una espina o un
cardo,
Me llevaba el dedo a la boca y corría hacia mi madre.
Ahora yazgo aquí, con mis ojos en una pistola.
Y habrá un mañana y otro y
otro.

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