viernes, 20 de noviembre de 2009

3 poemas de Gustavo Pereira



Fin de la historia

“El capitalismo es el fin de la historia”

Tal vez sobrevivan los metales relucientes pero no las mariposas los plásticos y los escombros pero no los pétalos bajo el rocío
los gremios de rufianes pero no los solitarios
los banquetes y los festines pero no la alegría
los ruidos y los estrépitos pero no la música del amanecer
las mesas servidas como nunca pero no los aromas
las estrecheces de espíritu pero no la compasión
los bandos del poder pero no los secretos del habla
las máquinas traganíqueles pero no el incrédulo azar
las meretrices y las zorras pero no las diosas de la noche
las acritudes y las ferocidades pero no las revelaciones
los circuitos integrados pero no el despertar de la hierba
los malos olores pero no la transpiración de los amantes
la estupidez y la vulgaridad pero no la evidencia de lo sensible
lo redondo y lo cuadrado pero no lo indescifrable
los trajes y las joyas pero no la transparencia de las aguas
las metáforas pero no la poesía.


La incertidumbre de hacer un poema

La incertidumbre de hacer un poema no es porque no haya lectores o amantes de la poesía
ni porque no queden almas sensibles sobre el mundo

Tampoco porque a veces se derrumbe en nosotros con el escenario parte de la iluminación
Ni porque en el fondo hacer un poema sea el acto menos afortunado entre los muchos que la técnica tiene por estúpidos


La incertidumbre de hacer un poema parte del mismo poema que finalmente ignora su papel como poema
y desea con fervor parecerse a una piedra a la arena
o al agua
O mejor Ser la piedra la arena
y el agua
que todo poeta desdice.


DESGRACIADO DE AQUEL QUE ANTE LOS MUSLOS

Desgraciado de aquel que ante los muslos desnudos
de la amante en el lecho
es capaz de mandarse un discurso.

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