sábado, 23 de enero de 2010

Poemas - Edoardo Sanguineti



Obra de Constança Lucas

Erotopaegnia
en ti dormía como un fibroma seco, como una tenia flaca, un sueño;
ya pisa la grava, ya sacude su propia sombra; ahora chilla,
deglute, orina, después de esperar desde siempre el sabor
de la manzanilla, la temperatura de la liebre, el ruido del granizo,
la forma del techo, el color de la paja:
sin remedio el tiempo
se ha dirigido hacia sus días; la tierra ofrece imágenes confusas;
sabrá reconocer a la cabra, al campesino, al cañón?
no se las esperaba de verdad estas tijeras, ni esta pera,
cuando temblaba en el montón de tus membranas opacas.

De Opus metricum (1960)


35

hablemos, por favor, de los placeres de la vida, una vez (le dije
a la mujer de Van Rossum, el lunes a eso de las 11): (que es una alemana de Munich, de menos de 30, creo, de piel blanca como clara de huevo):
y el primer
placer es tirar, cierto: y luego, para mí, dormir al sol (como estaba haciendo ahora,
le dije, antes de que llegara ella: pecho desnudo, como me ve, y descalzo etc.):
y el tercero es beber vino (francés, posiblemente, como el que tomamos
el sábado pasado con Berio, y también el viernes, en Rotterdam y aquí):
(y llegué a la conclusión de que el paraíso es tirar al sol, a lo mejor, repletos de Saint-Emilion):


46

qué dolor el amor!
he visto montones de hombres quedarse como moscas
en invierno, como frascos rajados, como gomas de masticar masticadas:
y yo
(yo que grité, una vez: esta vez no me vuelves a fregar), que me pude
arrancar manos y pies (ni que hubieran sido guantes y chinelas, oye),
estoy dispuesto a escupirte mi lengua, inclusive,
a pedido gentil de parte:


De Postkarten, Poesie1972-1977 (1978)


62

la poesía es practicable, todavía, probablemente: yo la practico, como ves,
en todo caso, prácticamente así:
con esta poesía tan diaria (y hasta de diario,
la verdad): y esta poesía tan periódica (y tan periodística, también,
si quieres) es más clara, en fin, que ese artículo de Fortini que habla de la claridad
en los artículos de los periódicos, no sé si has visto el "Corriere" del 11, lunes,
y que tiene como título, justamente, "por qué es difícil escribir con claridad" (y que dice incluso, ay, que la claridad es como la virginidad y la juventud): (y que
hay que perderlas, parece, para encontrarlas): (y yo digo, mira, que es mucho mejor perderlas que encontrarlas, en el fondo):
porque yo sueño con hundirme de cabeza,
ya, dentro de un absoluto anonimato (hoy, que he perdido todo, o casi): y esto
significa, creo, en el fondo, que yo sueño completamente con morir,
esta vez, lo sabes):
hoy mi estilo es no tener estilo:
somos todos políticos (y animales):
establecido esto, puedo decirte que
odio a los políticos odiosos: (y no quiero pesarte ni aun con un parco esbozo de catálogo
ejemplificativo y razonado): (puedes elegir tú mismo los apellidos y los nombres, y disparar
al montón): (y elegirte los porqués, caso por caso):
pero, para simplificar,
te agrego que, si es verdad que, para mí (como digo y repito) es política todo
en este mundo, no lo es todo, en cambio, la política: (y esto define para mí,
justo para mí, a los políticos odiosos, y el mío porqué):
aprecio, entonces, esa grande política
que está viva en los gestos de la vida cotidiana, en las palabras cotidianas (como chau,
pan, coño, muchas gracias): (como las que te encuentras grabadas en los servicios,
rociadas por las paredes, entre un eslogan y otro, abajo, viva):
(y luego,
ya sé que no se dice, pero, al final, me resultan tan odiosos los hombres como los animales):

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