domingo, 13 de julio de 2008

Fragmentos de Heráclito


Muerte es cuantas cosas vemos al despertar, sueño cuantas vemos al dormir.


Fases del fuego: en primer lugar, mar; del mar, la mitad tierra y la mitad torbellino ígneo. El mar se dispersa y es medido con la misma razón que había antes de que se generase la tierra.


Para las almas es muerte convertirse en agua; para el agua es muerte convertirse en tierra; pero de la tierra nace el agua y del agua el alma.


Mucha erudición no enseña comprensión; si no, se la habría enseñado a Hesíodo y a Pitágoras y, a su turno, tanto a Jenófanes como a Hecateo.


El comprender es la suprema perfección, y la verdadera sabiduría hablar y obrar según la naturaleza, estando atentos.


Los cerdos se regocijan más en el cieno que en agua limpia.


Los que duermen son hacedores y colaboradores de lo que sucede en el mundo.


El carácter es para el hombre su demonio.


El Señor, cuyo oráculo está en Delfos, no dice ni oculta, sino indica por medio de signos.


Si no hicieran la procesión a Dioniso y cantaran el himno a las partes impúdicas, procederían del modo más irreverente, pero son lo mismo Hades y Dioniso; por ello enloquecen y celebran bacanales.

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